Aunque fuera esperada, cuando recibo la noticia “Pepe ha muerto esta noche” siento una punzada dolorosa.
Pongo un cartel muy breve, en la que ha sido su Farmacia, en el que se hace mención a una virtud muy valorada en estos tiempos: la lealtad.
Pepe ha sido leal toda su vida, no a nadie en particular, que también y mucho. Ha sido leal a si mismo, siempre. Leal a su manera de entender la vida que no era más que hacer feliz a la gente, a todos.
Pepe ha sido una persona muy especial que ha sabido atraer hacia él el cariño y el aprecio de todos. Familia, amigos de la familia, amigos de los amigos de la familia, y así sin límites. Cariño a cambio de la felicidad que él nos ha proporcionado.
Seguro que descansa en paz, con la misma paz con la que se ha ido de esta vida, sin una estridencia, sin un sobresalto, y con el aprecio del que se ha hecho merecedor.
Adios.