El cuero cabelludo humano tiene unos 100.000 cabellos. Estos cabellos no son siempre los mismos, ya que se renuevan unos 50-100 todos los días y cada vez son menos, pues con la edad, hombres y mujeres, pierden, tanto el grosor, como la cantidad de cabellos.
Esta renovación es en realidad un recambio que se hace de manera progresiva de forma que una raíz sana, al acabarse la vida del cabello que alimenta, empieza a producir el sustituto que “empuja” al actual hasta sustituirlo.
Se ha dicho que cada vez son menos pelos: se inicia la calvicie. Esta calvicie progresiva, que se puede llamar “natural”, por lo general, no está causada por ninguna enfermedad; es debida al envejecimiento de las personas, a cambios hormonales (disminución de la producción de testosterona), a agresiones comunes (lavados y, sobre todo, secados y tratamientos inadecuados) y a factores hereditarios.
La paradoja de la calvicie está motivada por el hecho de que, las personas que se han quedado calvas de forma natural, no es porque se les haya caído el pelo; es porque la renovación falla.
El fallo es a consecuencia de que la raíz, enferma o vieja, deja de trabajar normalmente produciendo un tallo más fino cada vez, tan fino que al tiempo el pelo se convierte en vello, hasta que ya no produce más, dejando un hueco en el cuero cabelludo.
La calvicie que no se debe a fallos en la renovación por envejecimiento puede tener numerosas y diversas causas:
En todas estas circunstancias la recomendación es hacerse visitar por un especialista que le propondrá posibles soluciones al problema. Si te recomendara el uso o la administración de algún tipo de preparación magistral, en nuestro laboratorio tenemos la posibilidad de elaborarlo para ti con las mayores garantías.